Hacer el amor es más que hacer el sexo. Cuando las parejas hablan de pérdida de la pasión o del deseo sexual, procuran la solución practicando nuevas posiciones, viendo videos sexuales, usando "lingeries" o pastillas milagrosas. La cuestión, no es tan fácil.
"El sexo en la pareja no es pura mecánica o algo que se prende con un botón, es un lenguaje de encuentro del amor entre dos personas, es en sí mismo, una expresión de cariño y una comunicación interpersonal."
El amor es el más eficiente afrodisíaco. Cuando nos enamoramos nuestro organismo genera hormonas. Al amar nuestro cerebro ordena la producción de la droga del amor, la feniletilamina (FEA). Esta provoca en nosotros un estado de felicidad, de deseo sexual hacia la pareja y de querer estar siempre al lado de ella. Entonces, no hacen falta aparatitos, juguetes, vibradores, ropa íntima especial, cambio de posiciones ni películas excitantes. Solo basta que estén juntos. Una sola caricia de manos incitará el aparato sexual de ambos y el orgasmo será cuestión de minutos.
Cuando baja la pasión, las parejas añoran esa excitación y piensan en cómo encontrarla. Algunas personas tratan de enamorarse nuevamente y comienzan a transitar el camino de la infidelidad. Al poco tiempo se dan cuenta que tampoco funciona, porque siguen queriendo y amando a su propia pareja. Hacer el sexo dentro del amor conlleva un lenguaje de armonía y de comunicación que lo convierte en grandioso.
La clave está en cómo, después de varios años de relación, conseguir que se vuelvan a originar los niveles de la feniletilamina (FEA) que disfrutamos inicialmente. Una clave es que la pareja descubra que el amor está presente siempre en la intimidad, pero un sinnúmero de situaciones contribuyen a que se oculte. Los problemas del hogar, de la calle, la crianza de los hijos, el trabajo, la escasez de recursos y la hostilidad del medio ambiente impiden que el amor tenga su tiempo como en el noviazgo. Al principio eran los dos, ahora todo lo demás. La alternativa es darse un tiempo.
Nosotros recomendamos que la pareja debe proponerse estar juntos en la intimidad, mínimo una hora al día, aunque no tengan sexo diario. La segunda clave es usar la confianza que se logra con los años para explorarse mutuamente y sondear nuevas dimensiones. La tercera clave es la confidencia entre la pareja. Con ella podemos manifestarle a la media naranja nuestros gustos más secretos. y practicarlos juntos.
"Cuando nos enamoramos nuestro organismo genera hormonas que provocan felicidad, deseo sexual y nos disponen para hacer el amor"
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