La moda desde que tenemos acceso a
través del Internet es escribir y buscar las reseñas, comentarios y opiniones
descriptivas acerca de las personas. Por ejemplo: en los vecindarios y en los
lugares de trabajo siempre hay un grupito que se dedica a preguntarle a todos por
su nombre en eBay, en Facebook y/o en cualquier otro foro. ¿Qué le pasa a esta
gente? En Santiago 2:8 se exhorta asi: “Si en verdad cumplís vosotros la ley
real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien
hacéis;”
¿No tienen vida? La realidad es
que muchas de estas personas tienen un mejor éxito a través de las redes
sociales. En otras palabras: Virtualmente Perfectos y Realmente Detestables. Son
estas personas que cuando están compartiendo en un grupo, digamos almorzando, están
más pendientes a lo virtual que a lo real. No hay nada de malo tratar de atender
los dos mundo, por decirlo asi, pero debemos ser lo mismo en ambos. En realidad
no hay dos mundos. Uno es reflejo del otro. Esa es la verdadera vida. Las redes
sociales virtuales son una extensión de la realidad.
Lamentablemente muchas de estas personas no han llegado a desarrollar una capacidad para discernir correctamente en base a la información que están recibiendo. Comenten errores al juzgar y terminan discriminando. En Proverbios 11:12-13 encontramos este consejo: “El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; mas el hombre prudente calla.”
Pero tenemos que hacer una aclaración
entre lo que es Discrimen y lo que son Preferencias propiamente. Hay de estas
personas que actúan dejándose llevar por comentarios puestos en la red. De esta
manera, estos “auto proclamados evaluadores”, se sienten ya sea cautelosos,
duchos, conocedores, hasta con derechos de etiquetar al prójimo. De su boca
salen comendatario y argumentos tales como: “tenemos que tener cuidado con este
tipo pues en la internet yo leí tal cosa…” Tal parece que se sienten los
mejores “Jueces” o “seleccionadores” si es que se puede decir asi de este grupúsculo
de necios. En Efesios 4:32 dice, “Antes sed benignos unos con otros,
misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a
vosotros en Cristo.”
El desarrollo de las habilidades
de comunicación interpersonal es la clave para una mejor socialización tanto en
la realidad como en lo virtual. Hay muchos detalles de la persona que
obviamente captamos con tan solo tener una pequeña charla. Pero no nos podemos quedar
ahí. Tenemos que seguir conversando hasta recopilar la suficiente información para
poder discernir correctamente. Siempre tenemos una imagen creada de la persona y
eventualmente la vamos modificando ya sea para bien o para mal. “La boca del
necio es quebrantamiento para sí, y sus labios son lazos para su alma. Las
palabras del chismoso son como bocados suaves, y penetran hasta las entrañas.”
(Proverbios 18:7-8)
Todo se resume a cuan compatible
es una persona con otra y las intenciones para con ella. Cuál es el verdadero
significado de la relación. Tenemos que definir nuestras preferencias y evitar
el discrimen. En las páginas de internet la gente escribe lo que quiere y prácticamente
no hay regulación. Hasta ahora la mejor forma de conocer a otra persona es
hablando cara a cara. En Filipenses
2:3-4 refiriéndose a una buena amistad nos exhorta asi: “No hagan nada por
egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores
a ustedes mismos. Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino
también por los intereses de los demás.”
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