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Dec 28, 2008

¿Es Bíblica la Navidad?

Nos acercamos a la época del año en que indistintamente cristianos y no-cristianos festejan la llamada Navidad. Según la tradición, el 25 de diciembre es la fecha del nacimiento del Mesías. Pero, ¿Es ese día en verdad el cumpleaños del Mesías? ¿Estamos obligados a celebrar Su nacimiento? ¿Qué se logra en realidad con ello? ¿Tiene la fecha orígenes claros o cuestionables?

El Nacimiento

Ante todo, consideremos el relato que hace la Biblia sobre el nacimiento del Mesías. En las Escrituras hebreas abundan las profecías que nos hablan sobre Su nacimiento, sin embargo las Escrituras mesiánicas cuentan solo con dos relatos del acontecimiento que se hallan registrados en Mateo 1:18-2:12 y en Lucas 2:1-20.

Es de hecho importante el nacimiento en sí del Señor debido a que "el Verbo [el Mesías] se hizo carne, y habitó entre nosotros," (Juan 1:14a). Este es un nacimiento que difiere de cualquier otro porque la madre del Mesías era virgen y "se halló que había concebido por obra del Espíritu Santo" (Mateo 1:18). Por intermedio del Espíritu Santo, Dios sería Su Padre.

Jesús tuvo que nacer para hacerse Cordero de Dios. Su muerte es la que permite la expiación de nuestros pecados y Su resurrección es la que nos provee de vida eterna (Romanos 5:9-10). Más que resaltar Su muerte, la iglesia ha dado siempre énfasis en el nacimiento del Mesías. Al hacerlo, el Señor continua a los ojos de la mayoría de los creyentes como el "dulce niño Jesús" sin convertirse nunca en Cordero de Dios.

En ninguna parte de las Escrituras Mesiánicas se hace mención a la celebración, festividad o conmemoración de algo que tenga que ver con el día del nacimiento del Mesías. Es solo durante Su última cena Pascual en compañía de Sus discípulos que Jesús ordena que se le recuerde: "Y habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto [celebren Pesaj] en memoria de mí." (Lucas 22:19).

Historia de la Tradición

Es indudable que ni en la Escritura ni en la historia de la primera iglesia, existen registros sobre la celebración de la natividad o nacimiento del Mesías. Los únicos festivos que la iglesia debía celebrar y en efecto celebró, aparecen en el capítulo 23 de Levítico — es decir, los que corresponden con las Festividades del Señor (véase el libro de los Hechos y los Evangelios).

Luego, ¿cuándo fue que la iglesia comenzó a celebrar la Navidad? No se sabe con certeza, pero el evento aparece por vez primera en un calendario romano que data del año 354 de la Era Común (EC). El calendario, sin embargo, no menciona nada sobre una celebración asociada a esta fecha.

Aunque definitivamente no es fácil seguir la pista al origen de la Navidad, al parecer sus raíces se remontan a la adoración del dios Mitra, divinidad persa del sol, (también conocida por los Romanos como Mitras). Se dice que Mitra nació en una cueva donde los pastores vinieron a rendirle culto asegurando que Mitra era el hijo de dios. El cumpleaños de Mitra se llevaba a cabo cada año el 25 diciembre y se creía además que fue asesinado por otro dios, el de la oscuridad, para finalmente levantarse de entre los muertos.

Mitra

La resurrección de Mitra se conmemoraba anualmente al inicio de la estación de la primavera y para celebrar la festividad, un buey o cordero de color blanco era sacrificado colocándose encima de una rejilla metálica. La rejilla tenia el fin de permitir que la sangre derramada por el animal, escurriera hacia abajo donde los nuevos convertidos eran "bautizados" uniéndose eventualmente a Mitra en eterna guerra contra la maldad. Los discípulos del dios Mitra ingerían entonces pan y vino en una cena de comunión en masa. La farsa fue preparada por Satanás casi quinientos años antes de nacer Jesús. Una ilusión, un engaño para confundir a aquellos que serían los seguidores del verdadero Cordero.

El culto satánico antes descrito se convirtió en un importante competidor del Cristianismo en el tercer y cuarto siglo de la Era Común. Los Romanos participaban ansiosamente de la celebración a Mitra apartando un día exclusivo de la semana a la consagración del Día del Sol (Sunday en inglés).

Hasta comienzos del reinado del emperador Constantino en el 312 EC la iglesia sufre una persecución despiadada y cruel, Aun así la iglesia logra ser ampliamente reconocida y aceptada en todo el mundo Gentil de entonces. A fin de reacomodar la gran afluencia de creyentes Gentiles que venían o integraban a la iglesia, ésta comienza a adoptar en su seno innumerables costumbres y ritos de origen pagano. La iglesia trata de calificar y hacer santas estas costumbres asociándolas con el Señor. Es así como al parecer, la iglesia adopta el 25 diciembre (nacimiento de Mitra), para asignar el nacimiento del Mesías Jesús. No fue difícil. Ya Satanás había instaurado exitosamente la lógica y razonable falsificación del culto a Mitra. Solamente se tuvieron que cambiar los nombres de los protagonistas.

Dos veces se hace alusión a Mitra en las Escrituras. Mitrídates (cuyo significado es "dado por Mitra") fungió como tesorero de rey Ciro y tenía control de los artefactos del Templo (Esdras 1:8). El otro Mitrídates era un funcionario persa que se contaba entre los conspiradores que escribieron cartas a Artajerjes, rey de Persia, acusando falsamente a los judíos de intentar organizar una rebelión contra del rey (Esdras 4:7).

Análisis

A la postre, la iglesia asimiló las cosas del mundo. Durante su persecución, la iglesia se mantuvo inmaculada, pero cuando se identificó – y se amoldó- con las costumbres mundanas se convirtió en una ramera. En los Estados Unidos especialmente no nos imaginamos la clase de persecución que tuvo que sufrir y soportar la primera iglesia. Pero no debemos adecuarnos al mundo para evitar la persecución que de seguro nos viene. La iglesia es llamada a ser luz a las naciones, luz que resplandece en la oscuridad que sumerge al mundo. Jesús no engañó a Sus discípulos.


Él les dijo claramente que sufrirían persecución.
Pablo menciona la extensa lista de persecución que tuvo que soportar (2 Corintios 11:23-28). Juan por otro lado expresa que su reclusión en la prisión de la isla de Patmos es "debido a la palabra de Dios y el testimonio de Jesús" (Apocalipsis 1:9). Por su parte Pedro dice que no nos sorprendamos cuando nos persigan, porque tenemos que sufrir en la carne exactamente como sufrió Jesús. El mensaje del Evangelio es en consecuencia no amoldarnos al mundo, aún bajo la amenaza de persecución. El testimonio es que nuestra confianza reside en el Señor.

Conclusiones

En la iglesia, la Navidad ha podido erigirse firmemente como celebración cristiana. Al hacer esto, la iglesia prefirió observar y conmemorar una festividad que no es bíblica rechazando las celebraciones específicamente designadas y ordenadas por Dios (Levíticos 23). Jesús reprendió a los líderes religiosos de su tiempo por causa de sus tradiciones:

"Dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres."
(Marcos 7:8). Mil ochocientos años más tarde, nada ha cambiado: "Aunque estas dos corrientes divinas [la Biblia y la tradición] son en sí mismas, a causa de su origen divino, de igual santidad, y ambas son por completo verdades reveladas, de las dos sin embargo, es la tradición para nosotros la de mayor claridad y seguridad" (Catholic Belief, edición 1884, página 45).

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